lunes, 28 de junio de 2010

Castrol GPS 4

y otros aceites para motos
se amasan y unen tanto como se repelen
con combustibles oleaginosos
que bajo la lluvia
advierten con colores.

Quién sabe estos productos
son resultados significativos
de la ingeniería mecánica
de la última década
y se consumen a veces en el suelo
a veces en el viento
contaminando con fuerza
un medio ambiente que ignoran.

El propósito es
evitar la fricción entre piñones
y lubricar al motor entero
en su relación de metal con metal
un trabajo que de tan humilde
es invisible dentro de la caja cromada
y que yo advierto no leyendo
sino en el suelo y con una rueda
a centímetros de mi frente
como signo de respeto y para siempre
entiendo qué es precisamente
lo que al doblar la esquina inclinando
mi moto veinte grados a la izquierda
me hizo caer sorpresivamente.

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