domingo, 23 de mayo de 2010

Capitalizando el descontento

En mis veintiocho
gané el hábito
de mirar el reloj próximo cuatro veces por cada hora
siempre entre las seis y la once
esto lo notó un amigo
varios años menor que yo.

Calvo, odia la luz
de tan negro es mi sombra.

Odia secretamente.

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